José Valencia, presidente de jóvenes de la iglesia central del Movimiento Misionero Mundial en Santiago de Chile, narró la manera en la que último sismo encontró a un grupo de hermanos vigilando y alabando al Señor. “Vi que la iglesia parecía un papel. Esto fue algo impactante y aterrador, junto a los jóvenes que estaban reunidos inmediatamente nos pusimos a clamar a Dios”, manifestó el hermano, quien también relató que muchas personas ingresaron al templo tras el movimiento telúrico pidiéndole misericordia a Dios. Valencia agregó que los jóvenes vienen organizándose para llevar el mensaje de Salvación por toda la nación sureña. “Dios ha permitido esto para que muchos cristianos renueven su visión evangelística”, afirmó. Por su parte, la hermana Marta Lia, de nacionalidad peruana, detalló que el terremoto causó grandes daños en el casco antiguo de la ciudad, tomando a millones de personas por sorpresa en horas de la madrugada. “Pensé que era un temblor mas pero sentí que mi cama temblaba cada vez más fuerte. Me puse de rodillas a pedirle a Dios que aplaque su ira”, indicó la hermana entre lagrimas.Además contó que muchos de vecinos creían que ese era el “fin del mundo”; sin embargo, ella les pidió que le oraran para obtener el perdón divino. “Ahora no ceso de decirle a mis conocidos que busquen al Señor, que los días se acortan”, afirmó.
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